- 26 pero dentro de dos semanas cumplo 27.
- Como yo.
- ¿Y en que trabajas?
- Soy el dueño de una cadena de hoteles repartidos por España e Italia.
Se iluminó el ascensor a causa de un relámpago y Cris sabia lo que venia después, por inercia se acercó a Julián y lo abrazó.
Julián al ver otro relámpago le tapó los oídos para que no los escuchara.
Julián se sorprendió de si mismo, por como intentaba proteger a Cris de su miedo, el quería estar con ella cada vez que tuviera miedo. Quería protegerla de todo.
Sonó el móvil de Cris y Julián se lo acercó para que contestara.
- ¿Hola?- pregunto Cris.
- ¿Dónde demonios estas?- preguntó Nora.
- Encerrada en un ascensor.
- ¿Tu sola?
- No con Julián.
- Pásamele ahora.
- De acuerdo. Quiere hablar contigo- le susurró Cris a Julián
- ¿Si...?
- ¿Eres Julián?- pregunto Nora porque no creía nada de lo que Cris la había dicho.
- Si, señora.
- De acuerdo, ahora os sacamos de allí, esperar 30 min.
Y colgó.
Le devolvió el móvil a Cris y se quedaron en silencio, pero este era un silencio que nadie se atrevería a romper.
Al ver que habría mas truenos Julián sentó a Cris encima suyo como su fuera un bebe para tranquilizarla. Pero ese gesto tuvo el efecto contrario al esperado. Cris se puso muy nerviosa y sonrojada.
- Dentro de media hora tus padres vendrán y nos sacaran- dijo Julián.
- ¿Saben la dirección?
- No lo se, tu madre no preguntó.
Y otro silencio.
Cris se relajó y apoyo su cabeza en el hombro de Julián, tenia sueño y se durmió.
Julián escuchó que la respiración de Cris era pausada y regular. La miró y la encontró dormida. Al verla tan tranquila le entró sueño. Apoyó su cabeza en la de Cris y los dos se durmieron abrazados.
4 y media, en un edificio.
- Le digo que mi hija y Julián están encerrados en un ascensor- dijo Nora al borde de la histeria.
- Como ya le dije eso es imposible, todos los ascensores están en funcionamiento- repitió una secretaria.
- Mírelo otra vez, por favor- dijo Pablo calmando a su esposa.
En eso entra un encargado de mantenimiento y se dirige a la secretaria.
- El ascensor número 5 se ha parado hace dos horas y la gente se esta empezando a quejar.
- Discúlpenme señores, ahora mismo sacaremos a su hija de ese ascensor- cogió el teléfono y en 10 min llegaron la policía los bomberos y alguna que otra ambulancia.
Desbloquearon el ascensor y cuando bajó a la planta 0 todos esperaban ansiosos a que se abrieran las puertas de metal.
La gente al ver a los bomberos, la policía y las ambulancias se reunieron alrededor del ascensor.
Por fin se abrieron las puertas y al ver a Cris y a Julián con los ojos cerrados, pensaron lo peor. Que estaban muertos.
Nora entró al ascensor y al ver que respiraban soltó un largo suspiro; zarandeo a su hija para que despertara y esta despertó. Julián al notar que Cris se movía también despertó.
- Hola mamá. Tengo hambre- ante ese comentario todo el mundo se puso a reír hasta Julián. Cris al oír su risa le miro y sonrió dándole un beso en la mejilla.
Julián dejó de reír y la miro sin dejar de sonreír. Un periodista sacó una foto a aquella escena. Todo el mundo se extrañó menos Julián que quitó a Cris de encima y se levanto ayudando a Cris a hacerlo. Se quitó la chaqueta y se la dio.
- Póntela de modo que no se sepa quien eres cuando salgas a la calle y si te entrevistan o preguntan algo de ti o de mi no digas nada e ignóralos. Hasta pronto Cris- y se alejó no sin antes darla un beso a la mejilla que extrañó por segunda vez a todos los presentes.
Y se fue.
Cris quería preguntarle de que estaba hablando pero sus padres se abalanzaron sobre ella abrazándola.
- Tranquilos… estoy bien solo con un poco de hambre – dijo Cris sonriendo.
- Ahora vamos a casa y te preparo todo lo que quieras- dijo Nora llorando.
Pablo y Cris se llevaron a Cris a casa.
5 en punto, en el coche de Pablo.
Cris no decía nada tan solo sujetaba la chaqueta de Julián, aspiraba el olor e imaginaba como olería su cama. Su chaqueta olía a una mezcla de colonia y su propio olor, pero, su cama olería completamente a el.
Al darse cuenta de lo que estaba pensando se sonrojó de sobremanera.
- Hija ¿estás bien? Parece que tienes fiebre.
- Si, estoy bien no os preocupéis.
- Mañana no irás al instituto – afirmó Nora.
- De acuerdo.
5 y cuarto, casa de Cris.
- ¿Qué quieres merendar?- preguntó Nora nada mas salir del coche.
- Espaguetis con tomate.
- ¿Vas a cenar?
- No.
Y sin decir más Cris subió a su habitación. Dejó la mochila y la chaqueta encima de la cama y se fue a dar un baño de espuma. Para relajarse.
Julián había cuidado de ella en el ascensor pero con pequeños gestos como taparle los oídos y ponerle encima suyo para que estuviera mas cómoda. Algo estaba cambiando en ella.
5 y media, casa de Julián.
Julián salió del baño en una nube de vapor. Se vistió con unos jeans y una camiseta blanca.
Salió de su casa y se puso a andar por una mini playa en su casa.
Sonó su móvil y al ver el número que lo llamaba lo ignoró. Pero volvió a sonar. Y decidió cogerlo.
- ¿Qué quieres?- dijo Julián fríamente.
- A ti – dijo una voz femenina al otro lado de la línea.
- ¿Algo más?- preguntó arrogante.
- Que aceptes ser mi novio-
- Antes muerto, Vívi- y colgó.
Había cambiado de número 7 veces pero siempre Vívi acababa por saber cual era. El sabia que Vívi no se rendía ante lo que quería.
Mojó sus pies en el agua salada y se tumbó en la arena, pensaba en todo lo que había pasado y también en Cris.
jueves, 26 de agosto de 2010
martes, 24 de agosto de 2010
Segundo Capi!!!
Una y media del mediodía, 29 de febrero, en un instituto.
Tan solo faltaba 55 minutos para ir a devolverle la cartera a ese hombre y Cris estaba muy nerviosa y eso lo notaban sus amigas.
Diana, María y Ana estaban reunidas alrededor de Cris.
- ¿Qué es lo que te pasa?- preguntó Diana.
- Nada.
- Exigimos saberlo Cris- dijo María dando un suave golpe en una mesa.
- No me pasa nada.
- Dínoslo- exigió Erica.
- ¡No me pasa nada!
Sonó la campana dando el inició de la clase de Ética.
El profesor estuvo explicando un tema entero y Cris hacia el mayor esfuerzo por prestar atención a las palabras que decía el profesor, pero le era imposible.
Sonó el timbre que daba por finalizada la clase y que a todos les permitía irse a casa otra vez.
Cris no tubo tanta prisa como sus amigas, paró en su taquilla y cogió todos los libros y cuadernos que le hacían falta para hacer los deberes y por si acaso se llevo también el libro de ética para por si acaso.
Salio de instituto y cogió un taxi para que la llevara hasta aquella dirección y en cuanto llegó se quedo en blanco y no sabia que tenia que hacer.
Casi sonámbula entró en el edificio y fue hasta el mostrador de información y allí le mandaron subir hasta el decimoquinto piso.
Salio del ascensor y entró en lo que parecía 10 oficinas dirigidas por la mas grande. Allí había otro mostrador y se dirigió hacia a el.
Detrás de ese mostrador había una mujer, de unos 20 años. Rubia y anoréxica.
- Hola- dijo Cris tímida.
- Buenas tardes ¿tiene usted cita?- pregunto esa mujer mirándola de arriba abajo.
- No, pero tengo algo que le pertenece a Julián.
- Bien espere un momento ¿Qué edad tiene?
- 16, pero dentro de dos semanas hago 17.
- De acuerdo.
La mujer cogió el teléfono y empezó a hablar hasta que colgó y se dirigió otra vez a Cris.
- Entre en la oficina del fondo llamando a la puerta y llévale este café, que así no lo tengo que hacer yo.- dijo sonriendo arrogantemente.
Pero Cris no se negó y se dirigió a la oficina del fondo, que era la más grande de todas.
Se detuvo enfrenté de la puerta y dudó antes de llamar.
- Adelante- se oyó decir dentro de la oficina.
Abrió la puerta y la cerró tras de si.
- Siéntese- le dijo el hombre que estaba detrás de la mesa.
- Gracias, tome su café expresso- dijo Cris mientras se sentaba.
- Gracias y dígame que es lo que tiene que me pertenece y como se llama- dijo Julián dando un sorbo a su café.
- Me llamo Cris y tengo su cartera.
- ¿Mi cartera? Eso es imposible Cris.
- Me temo que no, mire aquí esta- dijo Cris sacando la cartera de su mochila – Se la dejó en la cafetería.
- Tu eres la chica que gritó- reconoció Julián mientras cogía su cartera.
- Si y tu eres el que estaba melancólico.
- Supongo que si
- Lo siento pero me tengo que ir, llego tarde. A sido un placer- dijo Cris levantándose de la silla para irse.
- Si quieres te puedo llevar como agradecimiento- dijo Julián levantándose.
- Esta bien.
Salieron y Cris al ver como les miraba la secretaria anoréxica cogió de la mano a Julián. Este la miro pero no dijo nada, apretó más la mano de Cris y sonrío.
Bajaron por el ascensor pero se paso en media de la tercera planta. Cris se asusto y apretó mas la mano de Julián, en de las paredes del ascensor era transparente y se podía ver la cuidad encapotada con unas nubes negras anunciando la tormenta.
- Tranquila, seguro que ahora lo arreglan- intento Julián tranquilizar a Cris.
- Eso espero.
Pasaban los minutos y no ocurría nada. Cada vez llovía con más fuerza.
Tres y media, en un restaurante de la ciudad.
- Tu hija se esta retrasando.
- No olvides que también es la tuya, vendrá, dijo que tenia que devolver una cosa a no se quien.
- Nora… Cris ya tiene prácticamente 17 años y a es edad solo se piensa en el sexo y a todos se les revolucionan las hormonas ¿tu crees que Cris sigue siendo virgen?- preguntó Pablo susurrando.
- Yo confío en Cris y si conserva o no su virginidad es decisión suya- dijo Nora con firmeza.
- ¿Te daría igual?
- ¡Claro que no! Pero nosotros no podemos hacer nada.
- Tienes razón… Llámala haber donde está- sentencio Pablo.
Cuatro menos cinco, en un ascensor.
- Han pasado 30 min y nadie se ha dado cuenta de que estamos aquí encerrados- susurró Cris.
- Lo bueno es que no hay goteras- bromeo Julián
- Lo malo es que tengo miedo a los truenos.
- Yo le tengo miedo a las serpientes- confesó Julián.
- Lo bueno es que en la ciudad no las hay- dijo Cris sonriendo.
Se quedaron en silencio, era un silencio un poco incomodo.
- ¿Cuántos años tienes?- dijo Cris rompiendo ese silencio.
Tan solo faltaba 55 minutos para ir a devolverle la cartera a ese hombre y Cris estaba muy nerviosa y eso lo notaban sus amigas.
Diana, María y Ana estaban reunidas alrededor de Cris.
- ¿Qué es lo que te pasa?- preguntó Diana.
- Nada.
- Exigimos saberlo Cris- dijo María dando un suave golpe en una mesa.
- No me pasa nada.
- Dínoslo- exigió Erica.
- ¡No me pasa nada!
Sonó la campana dando el inició de la clase de Ética.
El profesor estuvo explicando un tema entero y Cris hacia el mayor esfuerzo por prestar atención a las palabras que decía el profesor, pero le era imposible.
Sonó el timbre que daba por finalizada la clase y que a todos les permitía irse a casa otra vez.
Cris no tubo tanta prisa como sus amigas, paró en su taquilla y cogió todos los libros y cuadernos que le hacían falta para hacer los deberes y por si acaso se llevo también el libro de ética para por si acaso.
Salio de instituto y cogió un taxi para que la llevara hasta aquella dirección y en cuanto llegó se quedo en blanco y no sabia que tenia que hacer.
Casi sonámbula entró en el edificio y fue hasta el mostrador de información y allí le mandaron subir hasta el decimoquinto piso.
Salio del ascensor y entró en lo que parecía 10 oficinas dirigidas por la mas grande. Allí había otro mostrador y se dirigió hacia a el.
Detrás de ese mostrador había una mujer, de unos 20 años. Rubia y anoréxica.
- Hola- dijo Cris tímida.
- Buenas tardes ¿tiene usted cita?- pregunto esa mujer mirándola de arriba abajo.
- No, pero tengo algo que le pertenece a Julián.
- Bien espere un momento ¿Qué edad tiene?
- 16, pero dentro de dos semanas hago 17.
- De acuerdo.
La mujer cogió el teléfono y empezó a hablar hasta que colgó y se dirigió otra vez a Cris.
- Entre en la oficina del fondo llamando a la puerta y llévale este café, que así no lo tengo que hacer yo.- dijo sonriendo arrogantemente.
Pero Cris no se negó y se dirigió a la oficina del fondo, que era la más grande de todas.
Se detuvo enfrenté de la puerta y dudó antes de llamar.
- Adelante- se oyó decir dentro de la oficina.
Abrió la puerta y la cerró tras de si.
- Siéntese- le dijo el hombre que estaba detrás de la mesa.
- Gracias, tome su café expresso- dijo Cris mientras se sentaba.
- Gracias y dígame que es lo que tiene que me pertenece y como se llama- dijo Julián dando un sorbo a su café.
- Me llamo Cris y tengo su cartera.
- ¿Mi cartera? Eso es imposible Cris.
- Me temo que no, mire aquí esta- dijo Cris sacando la cartera de su mochila – Se la dejó en la cafetería.
- Tu eres la chica que gritó- reconoció Julián mientras cogía su cartera.
- Si y tu eres el que estaba melancólico.
- Supongo que si
- Lo siento pero me tengo que ir, llego tarde. A sido un placer- dijo Cris levantándose de la silla para irse.
- Si quieres te puedo llevar como agradecimiento- dijo Julián levantándose.
- Esta bien.
Salieron y Cris al ver como les miraba la secretaria anoréxica cogió de la mano a Julián. Este la miro pero no dijo nada, apretó más la mano de Cris y sonrío.
Bajaron por el ascensor pero se paso en media de la tercera planta. Cris se asusto y apretó mas la mano de Julián, en de las paredes del ascensor era transparente y se podía ver la cuidad encapotada con unas nubes negras anunciando la tormenta.
- Tranquila, seguro que ahora lo arreglan- intento Julián tranquilizar a Cris.
- Eso espero.
Pasaban los minutos y no ocurría nada. Cada vez llovía con más fuerza.
Tres y media, en un restaurante de la ciudad.
- Tu hija se esta retrasando.
- No olvides que también es la tuya, vendrá, dijo que tenia que devolver una cosa a no se quien.
- Nora… Cris ya tiene prácticamente 17 años y a es edad solo se piensa en el sexo y a todos se les revolucionan las hormonas ¿tu crees que Cris sigue siendo virgen?- preguntó Pablo susurrando.
- Yo confío en Cris y si conserva o no su virginidad es decisión suya- dijo Nora con firmeza.
- ¿Te daría igual?
- ¡Claro que no! Pero nosotros no podemos hacer nada.
- Tienes razón… Llámala haber donde está- sentencio Pablo.
Cuatro menos cinco, en un ascensor.
- Han pasado 30 min y nadie se ha dado cuenta de que estamos aquí encerrados- susurró Cris.
- Lo bueno es que no hay goteras- bromeo Julián
- Lo malo es que tengo miedo a los truenos.
- Yo le tengo miedo a las serpientes- confesó Julián.
- Lo bueno es que en la ciudad no las hay- dijo Cris sonriendo.
Se quedaron en silencio, era un silencio un poco incomodo.
- ¿Cuántos años tienes?- dijo Cris rompiendo ese silencio.
miércoles, 18 de agosto de 2010
Primer Capítulo
*Seis y media de la tarde en el 28 de febrero
Camina silenciosa entre las tantas parejas que hay en el mercado medieval, tantas parejas la hacen sentirse incomoda pues es la única que anda sola por el mercado.
Cris ve a una pareja besándose y cuando se separan el chico le regala un oso de esos que tienen un corazón entre las manos con un “Te Quiero” bordado.
Para Cris el di de San Valentín no significa nada si no tienes con quien compartirlo, pero ella nunca lo pasa sola ¿Cuándo se necesita un novia cuando tienes a tres amigas a tu lado? Eso es lo mismo que se pregunta todos los años y se lo seguirá preguntando.
*Siete en punto, en una cafetería.
- Llega tarde.
- Vendrá.
- Lo empiezo a dudar.
- Tranquilas vendrá.
Hablaban tres amigas en una mesa esperando a la integrante que están esperando y que se esta retrasando.
- Llega muy tarde- esta es Diana la responsable del grupo, pero cuando se emborracha, la chica responsable se vuelve como una niña de 6 años. No sabe lo que hace.
- Vendrá- María es la confiada, nunca duda de la palabra de nadie, pero sabe cuando la están engañando.
- Lo dudo mucho- Erica la lanzada, si tiene que decir algo lo dice no se corta nada.
*Pasan 10 minutos.
Alguien entra corriendo a la cafetería y busca a sus amigas. Las encuentra y corre hacia ella preparando el: “Perdón por llegar tan tarde”
- Mira quien viene corriendo- señaló Diana.
- Me debéis 10 euros cada una- dijo sonriendo María.
- Esto me pasa por dudar- susurró Erica sacando 10€ de su bolso.
- Perdón por llegar tan tarde, pero pase por el mercado y había tanta gente que era casi imposible andar- dijo Cris sentándose con sus amigas.
- Cariño esta ves te perdonamos por que sabemos que dices la verdad y… te hemos pedido un batido de vainilla para que te hidrates un poco- Diana cuando quería podía se peor que el mismo diablo.
Diana sabe que Cris odia por encima de todas las cosas lo que sabe a vainilla, pero esta no se queja porque sabe que se lo merece.
- GRA-CI-AS.
- DE-NA-DA.
Y se ponen a conversar del insti y de tíos que estén muy buenos.
*Siete y media, en la misma cafetería.
Entran en la cafetería dos hombres con traje y se sientan al lado de las cuatro chicas.
De inmediato llega una camarera y los hombres piden lo que van a tomar y en 15 minutos ya lo tienen en su mesa.
- No se como puedes estar tan tranquilo cuando los de la competencia te están quitando a todos tus trabajadores- dijo el que parecía el mas preocupado de los dos.
- No te preocupes Simón ya tengo algo en mente y créeme si te digo que no dejaré que se caiga el imperio de mi padre, la cadena de hoteles recibirá una inspección y si la pasan tendrán 6 estrellas pero el precio seguirá como si tuviera 4 estrellas- dijo el jefe de Simón.
- Julián no se si eso funcionará, además esas inspecciones a veces tardan 1 año en ser hechas. Yo de momento he puesto anuncios y publicidad. No te confíes… Julián – Simon se levantó y se fue de la cafetería.
Julián no se movió de donde estaba, se quedo saboreando su café expresso.
- ¡San Valentín es una mierda!- gritó la chica que estaba a su izquierda, nadie la prestó atención pero Julián se quedó mirando a aquella chica.
Volvió su vista al frente y se queda mirando a la nada.
*Nueve en punto, habitación de Cris
No sabe porque gritó eso en medio de la cafetería, pero ellas la provocaron.
Le empezaron a comer la cabeza con que se buscara novio para ese día de San Valentín y luego que cortara con el. Pero ella no era de esas chicas.
Como en un suspiro le vino a la cabeza la imagen de ese hombre sentado a su derecha y como la había mirado después de gritar.
Ese hombre parecía desolado, pero tenía la sensación de que le había visto en algún sitio.
Dejo de pensar en todo lo que ocurrió en la cafetería y bajo por las escaleras a la cocina para cenar.
- Hola…- dijo Cris sin ganas.
- ¿Qué te ha ocurrido?- preguntó su madre Nora.
- Nada solo un mal día.
- Esos días son los peores que te puedes encontrar- bromeó su padre Pablo.
- Y que lo digas ¿Qué hay de cenar?- dijo Cris más animada.
- Patatas fritas y filete.
Empezaron a comer y hablaron de cosas triviales.
Pero la mente de Cris se había vuelto a centrar en aquel hombre de la cafetería.
Terminó de comer, recogió su plato de la mesa y subió a su habitación para pensar. De repente se acordó de que aquel hombre se había dejado la cartera en su mesa de la cafetería. La sacó de su bolso y empezó a mirarla sin abrirla, tenía el nombre de Julián bordado en letras plateadas y el cuero que la cubría era negro. No sabia si debía comprobar su interior e intentar devolverle la cartera personalmente a es hombre, o, entregársela a la policía para que ellos mismos se la entreguen.
La curiosidad la mataba y decidió abrirla e intentar entregársela personalmente.
La abrió y miró las tarjetas y cuanto dinero llevaba. Al mirar una de las tarjetas se dio cuenta de que era de, esas que te dan en oficinas y hoteles, visita.
Apuntó el número en un papel y la dirección, volvió a cerrar la cartera y la metió en su mochila. Mañana después de clase iría a aquella dirección para devolvérsela.
Camina silenciosa entre las tantas parejas que hay en el mercado medieval, tantas parejas la hacen sentirse incomoda pues es la única que anda sola por el mercado.
Cris ve a una pareja besándose y cuando se separan el chico le regala un oso de esos que tienen un corazón entre las manos con un “Te Quiero” bordado.
Para Cris el di de San Valentín no significa nada si no tienes con quien compartirlo, pero ella nunca lo pasa sola ¿Cuándo se necesita un novia cuando tienes a tres amigas a tu lado? Eso es lo mismo que se pregunta todos los años y se lo seguirá preguntando.
*Siete en punto, en una cafetería.
- Llega tarde.
- Vendrá.
- Lo empiezo a dudar.
- Tranquilas vendrá.
Hablaban tres amigas en una mesa esperando a la integrante que están esperando y que se esta retrasando.
- Llega muy tarde- esta es Diana la responsable del grupo, pero cuando se emborracha, la chica responsable se vuelve como una niña de 6 años. No sabe lo que hace.
- Vendrá- María es la confiada, nunca duda de la palabra de nadie, pero sabe cuando la están engañando.
- Lo dudo mucho- Erica la lanzada, si tiene que decir algo lo dice no se corta nada.
*Pasan 10 minutos.
Alguien entra corriendo a la cafetería y busca a sus amigas. Las encuentra y corre hacia ella preparando el: “Perdón por llegar tan tarde”
- Mira quien viene corriendo- señaló Diana.
- Me debéis 10 euros cada una- dijo sonriendo María.
- Esto me pasa por dudar- susurró Erica sacando 10€ de su bolso.
- Perdón por llegar tan tarde, pero pase por el mercado y había tanta gente que era casi imposible andar- dijo Cris sentándose con sus amigas.
- Cariño esta ves te perdonamos por que sabemos que dices la verdad y… te hemos pedido un batido de vainilla para que te hidrates un poco- Diana cuando quería podía se peor que el mismo diablo.
Diana sabe que Cris odia por encima de todas las cosas lo que sabe a vainilla, pero esta no se queja porque sabe que se lo merece.
- GRA-CI-AS.
- DE-NA-DA.
Y se ponen a conversar del insti y de tíos que estén muy buenos.
*Siete y media, en la misma cafetería.
Entran en la cafetería dos hombres con traje y se sientan al lado de las cuatro chicas.
De inmediato llega una camarera y los hombres piden lo que van a tomar y en 15 minutos ya lo tienen en su mesa.
- No se como puedes estar tan tranquilo cuando los de la competencia te están quitando a todos tus trabajadores- dijo el que parecía el mas preocupado de los dos.
- No te preocupes Simón ya tengo algo en mente y créeme si te digo que no dejaré que se caiga el imperio de mi padre, la cadena de hoteles recibirá una inspección y si la pasan tendrán 6 estrellas pero el precio seguirá como si tuviera 4 estrellas- dijo el jefe de Simón.
- Julián no se si eso funcionará, además esas inspecciones a veces tardan 1 año en ser hechas. Yo de momento he puesto anuncios y publicidad. No te confíes… Julián – Simon se levantó y se fue de la cafetería.
Julián no se movió de donde estaba, se quedo saboreando su café expresso.
- ¡San Valentín es una mierda!- gritó la chica que estaba a su izquierda, nadie la prestó atención pero Julián se quedó mirando a aquella chica.
Volvió su vista al frente y se queda mirando a la nada.
*Nueve en punto, habitación de Cris
No sabe porque gritó eso en medio de la cafetería, pero ellas la provocaron.
Le empezaron a comer la cabeza con que se buscara novio para ese día de San Valentín y luego que cortara con el. Pero ella no era de esas chicas.
Como en un suspiro le vino a la cabeza la imagen de ese hombre sentado a su derecha y como la había mirado después de gritar.
Ese hombre parecía desolado, pero tenía la sensación de que le había visto en algún sitio.
Dejo de pensar en todo lo que ocurrió en la cafetería y bajo por las escaleras a la cocina para cenar.
- Hola…- dijo Cris sin ganas.
- ¿Qué te ha ocurrido?- preguntó su madre Nora.
- Nada solo un mal día.
- Esos días son los peores que te puedes encontrar- bromeó su padre Pablo.
- Y que lo digas ¿Qué hay de cenar?- dijo Cris más animada.
- Patatas fritas y filete.
Empezaron a comer y hablaron de cosas triviales.
Pero la mente de Cris se había vuelto a centrar en aquel hombre de la cafetería.
Terminó de comer, recogió su plato de la mesa y subió a su habitación para pensar. De repente se acordó de que aquel hombre se había dejado la cartera en su mesa de la cafetería. La sacó de su bolso y empezó a mirarla sin abrirla, tenía el nombre de Julián bordado en letras plateadas y el cuero que la cubría era negro. No sabia si debía comprobar su interior e intentar devolverle la cartera personalmente a es hombre, o, entregársela a la policía para que ellos mismos se la entreguen.
La curiosidad la mataba y decidió abrirla e intentar entregársela personalmente.
La abrió y miró las tarjetas y cuanto dinero llevaba. Al mirar una de las tarjetas se dio cuenta de que era de, esas que te dan en oficinas y hoteles, visita.
Apuntó el número en un papel y la dirección, volvió a cerrar la cartera y la metió en su mochila. Mañana después de clase iría a aquella dirección para devolvérsela.
martes, 17 de agosto de 2010
¡ La entrada !
di Que me Quieres es un libro escrito por mi y que espero que se publique en tinta y papel; pero, antes quiero saber si de verdad es bueno o solo es algo que escribí pero que no tiene forma.
No voy a mentir y si alguien al leer el primer capitulo le ve alguna similitud con otro libro no era mi intencion copiar; es cierto que leo muchos libros y a la vez eso me da la imaginacion.
Para esta novela he cogido amor con 10 años de diferencia (F.M) y tragedias que no se las deseo a nadie pero que pueden ocurrir.
En cuanto coja los derechos de autor publicaré el primer capitulo y haber que les parece.
Espero criticas de todo tipo o unos simples "Que guapo conti" "No me ha gustado nada"
cada uno tendrá sus razones para decirlo =)
Un Besazo
Lucía Fernández
No voy a mentir y si alguien al leer el primer capitulo le ve alguna similitud con otro libro no era mi intencion copiar; es cierto que leo muchos libros y a la vez eso me da la imaginacion.
Para esta novela he cogido amor con 10 años de diferencia (F.M) y tragedias que no se las deseo a nadie pero que pueden ocurrir.
En cuanto coja los derechos de autor publicaré el primer capitulo y haber que les parece.
Espero criticas de todo tipo o unos simples "Que guapo conti" "No me ha gustado nada"
cada uno tendrá sus razones para decirlo =)
Un Besazo
Lucía Fernández
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