miércoles, 18 de agosto de 2010

Primer Capítulo

*Seis y media de la tarde en el 28 de febrero
Camina silenciosa entre las tantas parejas que hay en el mercado medieval, tantas parejas la hacen sentirse incomoda pues es la única que anda sola por el mercado.
Cris ve a una pareja besándose y cuando se separan el chico le regala un oso de esos que tienen un corazón entre las manos con un “Te Quiero” bordado.
Para Cris el di de San Valentín no significa nada si no tienes con quien compartirlo, pero ella nunca lo pasa sola ¿Cuándo se necesita un novia cuando tienes a tres amigas a tu lado? Eso es lo mismo que se pregunta todos los años y se lo seguirá preguntando.

*Siete en punto, en una cafetería.
- Llega tarde.
- Vendrá.
- Lo empiezo a dudar.
- Tranquilas vendrá.
Hablaban tres amigas en una mesa esperando a la integrante que están esperando y que se esta retrasando.
- Llega muy tarde- esta es Diana la responsable del grupo, pero cuando se emborracha, la chica responsable se vuelve como una niña de 6 años. No sabe lo que hace.
- Vendrá- María es la confiada, nunca duda de la palabra de nadie, pero sabe cuando la están engañando.
- Lo dudo mucho- Erica la lanzada, si tiene que decir algo lo dice no se corta nada.

*Pasan 10 minutos.
Alguien entra corriendo a la cafetería y busca a sus amigas. Las encuentra y corre hacia ella preparando el: “Perdón por llegar tan tarde”
- Mira quien viene corriendo- señaló Diana.
- Me debéis 10 euros cada una- dijo sonriendo María.
- Esto me pasa por dudar- susurró Erica sacando 10€ de su bolso.
- Perdón por llegar tan tarde, pero pase por el mercado y había tanta gente que era casi imposible andar- dijo Cris sentándose con sus amigas.
- Cariño esta ves te perdonamos por que sabemos que dices la verdad y… te hemos pedido un batido de vainilla para que te hidrates un poco- Diana cuando quería podía se peor que el mismo diablo.
Diana sabe que Cris odia por encima de todas las cosas lo que sabe a vainilla, pero esta no se queja porque sabe que se lo merece.
- GRA-CI-AS.
- DE-NA-DA.
Y se ponen a conversar del insti y de tíos que estén muy buenos.

*Siete y media, en la misma cafetería.
Entran en la cafetería dos hombres con traje y se sientan al lado de las cuatro chicas.
De inmediato llega una camarera y los hombres piden lo que van a tomar y en 15 minutos ya lo tienen en su mesa.
- No se como puedes estar tan tranquilo cuando los de la competencia te están quitando a todos tus trabajadores- dijo el que parecía el mas preocupado de los dos.
- No te preocupes Simón ya tengo algo en mente y créeme si te digo que no dejaré que se caiga el imperio de mi padre, la cadena de hoteles recibirá una inspección y si la pasan tendrán 6 estrellas pero el precio seguirá como si tuviera 4 estrellas- dijo el jefe de Simón.
- Julián no se si eso funcionará, además esas inspecciones a veces tardan 1 año en ser hechas. Yo de momento he puesto anuncios y publicidad. No te confíes… Julián – Simon se levantó y se fue de la cafetería.
Julián no se movió de donde estaba, se quedo saboreando su café expresso.
- ¡San Valentín es una mierda!- gritó la chica que estaba a su izquierda, nadie la prestó atención pero Julián se quedó mirando a aquella chica.
Volvió su vista al frente y se queda mirando a la nada.
*Nueve en punto, habitación de Cris
No sabe porque gritó eso en medio de la cafetería, pero ellas la provocaron.
Le empezaron a comer la cabeza con que se buscara novio para ese día de San Valentín y luego que cortara con el. Pero ella no era de esas chicas.
Como en un suspiro le vino a la cabeza la imagen de ese hombre sentado a su derecha y como la había mirado después de gritar.
Ese hombre parecía desolado, pero tenía la sensación de que le había visto en algún sitio.
Dejo de pensar en todo lo que ocurrió en la cafetería y bajo por las escaleras a la cocina para cenar.
- Hola…- dijo Cris sin ganas.
- ¿Qué te ha ocurrido?- preguntó su madre Nora.
- Nada solo un mal día.
- Esos días son los peores que te puedes encontrar- bromeó su padre Pablo.
- Y que lo digas ¿Qué hay de cenar?- dijo Cris más animada.
- Patatas fritas y filete.
Empezaron a comer y hablaron de cosas triviales.
Pero la mente de Cris se había vuelto a centrar en aquel hombre de la cafetería.
Terminó de comer, recogió su plato de la mesa y subió a su habitación para pensar. De repente se acordó de que aquel hombre se había dejado la cartera en su mesa de la cafetería. La sacó de su bolso y empezó a mirarla sin abrirla, tenía el nombre de Julián bordado en letras plateadas y el cuero que la cubría era negro. No sabia si debía comprobar su interior e intentar devolverle la cartera personalmente a es hombre, o, entregársela a la policía para que ellos mismos se la entreguen.
La curiosidad la mataba y decidió abrirla e intentar entregársela personalmente.
La abrió y miró las tarjetas y cuanto dinero llevaba. Al mirar una de las tarjetas se dio cuenta de que era de, esas que te dan en oficinas y hoteles, visita.
Apuntó el número en un papel y la dirección, volvió a cerrar la cartera y la metió en su mochila. Mañana después de clase iría a aquella dirección para devolvérsela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario